¿Qué falla en mi receta? La importancia de las especias
Ya ni sabes cuántas veces has preparado el delicioso guiso de pollo -o muchas otras recetas- de tu madre o abuela, pero por mucho cuidado y mimo que le pongas, aunque te sale muy rico, sigue sin salirte igual, algo falla. -A ver, el pollo de corral de la tienda de Loli, los tomates y cebollas de la frutería de la esquina -donde ibas de pequeño con tu madre-, la misma cazuela, controlas el horno o el fuego al milímetro, los tiempos exactos, etc. ¡no hay ningún motivo para que no salga igual! Pero no, no sale igual. Tu mujer dice que sí que es igual que el pollo de la abuela, pero tu sabes que no, que algo sigue sin encajar. Y vuelves a repasar todos los pasos, uno a uno… además, ¡le has visto a ella prepararlo muchas veces!
Otro sábado más y vuelves a intentarlo. Preparas el sofrito picando en juliana -y por supuesto a cuchillo- una cebolla dulce de tamaño mediano, una cebolla morada, un trocito de puerro, la punta de un pimiento morrón y lo pochamos despacito, el fuego al tres, sin prisas… -bueno, ya son más de las nueve, y breve estarán los niños despiertos pidiendo su desayuno-. Mientras la cazuela termina su trabajo con la cebolla y compañía, rallas un tomate maduro que incorporarás hacia el final, y mientras aprovechas para repasar mentalmente todos los pasos: el pollo ya descansa fuera de la nevera, atemperándose, embadurnado con el adobo que hemos preparado machacamos dos dientes de ajo -sin la semilla- con un poco de sal, un puñado de especias y un chorro del mismo aceite virgen extra que siempre se ha usado en tu familia y que es el mismo que ahora se usa en tu casa. Pero con todo, el pollo tampoco saldrá igual esta vez.
Hay un pequeño gesto, muy sutil y aparentemente insignificante, que muchas veces se olvida mencionar al dar la receta -¿quizás inconscientemente?-, pero que marca la diferencia: una cucharadita de pimentón en el adobo o en la salsa “solo por darle algo de color”, un par de vueltas al molinillo de pimienta “es muy poco, ni se nota”, un pellizco de estragón “una manía mía…”, etc.
Cuidando hasta el último detalle…
Este sábado quieres preparar una receta de merluza que se van a caer de culo nuestros invitados. Veamos los ingredientes:
– Una hermosa merluza de pincho del Cantábrico.
-Almejas babosas de la ría de Arousa.
-Patatas gallegas nuevas.
-Hortalizas de la huerta.
-Un vaso de aceite de oliva virgen extra.
– Sal y especias.
Pero espera…. ¿donde vas a comprar las especias? no me lo creo, ¿en el supermercado? Acabas de gastarte un dinero considerable en comprar todo lo que necesitas, y ¿¿¿¿especias del supermercado….????